Por Traduciones Tsuneni | 4 Comentarios

No me gusta este mundo, solo me gustas tú - Capítulo 10



Capítulo 10: El niño que me enseñó muchas cosas



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Raramente hablo con la gente sobre mi padre.

Quizás nadie lo creería incluso si lo hubiera dicho, pero la última vez que vi a mi padre fue antes de casarme. Le pregunte si quería asistir a la boda y se frotó las manos torpemente antes de rechazarme gentilmente.

Cuando tenía cuatro años mi padre tuvo una aventura. Como resultado, mi madre y mi padre se divorciaron y la custodia de Guan Chao y yo se le fue otorgada a mi madre. Después de convertinos en una familia monoparental, el problema más inmediato fue que no teníamos dinero. Papá se volvió a casar no mucho después y su nueva esposa era extremadamente estricta con él. Por lo tanto, cuando el tribunal dictamino que tenía que darnos 85 dólares cada mes de manutención, solamente nos dio los 85 dólares cada mes.

Ese período de tiempo fue extremadamente difícil para nosotros. Mamá estaba sin trabajo, pero tenía su orgullo: no estaba dispuesta a regresar a la casa de sus padres y simplemente nos educó sola. Posteriormente, encontró un trabajo para ayudar a las personas con tareas sencillas como hacer cajas de papel. Como resultado, toda la casa se llenó con montones de papel amarillo brillante de baja calidad destinado a las cajas. Por cada caja que terminaba, podía ganar un solo centavo y tenía que completar diez mieles cajas en tres días.

Cuando le conté al Sr.F sobre estas cosas, fui incapaz de creer lo que oía: en la época actual ¿Cómo podrían existir trabajos con salarios iguales a los niveles precisos de producción? Le dije que era cierto y que mi madre dependía por completo de ese trabajo para llevarnos a la guardería y al jardín de niños. En ese tiempo, no había muchos niños asistiendo al jardín de niños y todos pensaron que mi madre estaba malgastando su dinero. A pesar de tales objeciones, mi madre insistió en inscribirnos en el jardín de niños sin importar los difícil que fuera para ella, ya que creía que sus hijos no podrían estar en el peor estado en comparación con otros niños. A partir de ese momento, mi personalidad se trasformo de una niña traviesa en el mundo en una niña extremadamente prudente con un complejo de inferioridad.

Según mi memoria, hubo un período de tiempo muy largo durante el cual mi madre sufrió mucho. Todas las mañanas, tenía que despertarse a las 4 de la mañana para entregar leche y regresaba a casa hasta las 7 de la mañana para prepararnos el desayuno. Después ella comenzaba a preparar almuerzos a las 10 a.m. y antes del mediodía, utilizaría su carrito para ir a vender esos almuerzos junto a la carretera. Mi madre hizo todo esto en un intento de ganar un poco más dinero que antes, pero todavía teníamos problemas financieros.

Durante ese tiempo era muy común que los padres compraran todo tipo de medicamento nutritivo par sus hijos. Hubo innumerables anuncios en la televisión promocionando el gran saber de las soluciones de calcio de Lan Ping, a menudo provocando en mí el deseo de probarlo. En ese momento los niños de otros hogares “les faltaba” calcio, hierro y zinc, pero cuando se trataba de nosotros, decíamos definitivamente sin ninguna duda: ¡Falta de dinero!

Hoy en día, las lágrimas todavía brotan en mis ojos cada vez que recuerdo las dificultades que habíamos sufrido. Si mi talento literario fuera mejor, podría escribir otro Sueño de la cámara roja.

Esta fue en parte la razón por la que solía creer firmemente que sería imposible que el Sr.F y yo termináramos juntos: los entornos en los que crecimos eran simplemente demasiados diferentes. Él era como un príncipe, su vida estaba libre de problemas, obstáculos y era parecido al sol, lleno de energía positiva. Por el contrario, sufría de un complejo de inferioridad difícil de entender y débil. En ese momento en que la luz del sol brillara sobre mí, me retiraría a mi pequeño caparazón.

Anteriormente, Guan Chao me preguntó cuál era mi mayor deseo. Respondí, diciendo que quería casarme con alguien que estuviera profundamente y verdaderamente enamorado de mí. Él podría ser extremadamente pobre y podría ser alguien sin antecedente. Pero quería que darles a mis hijos una familia normal y completa. Quería que mis hijos crecieran en un ambiente lleno de amor. No quería que mis hijos recurrieran en novelas y dramas para saber sobre el amor, y posteriormente hacer estas fantasías pedazos en la realidad, lo que resultará que se llenaran de miedo ante el amor. Debido al fracaso del matrimonio de mis padres, hubo un período de tiempo extremadamente largo en el que no podía creer que había relaciones donde ambas partes se mantuvieran leales entre sí durante toda su vida.

Después de ello el Sr. F me contó un pequeño incidente cuando era joven. Le había preguntado a su padre de dónde venía. Su padre no respondió diciendo “Te recogí de basurero” como lo harían otros adultos; tampoco respondió “te caíste de mi axila”.

En cambio le dijo al Sr. F “Eres un ángel de los cielos de arriba. Dios te envió aquí porque siente que tu madre es la mujer más bella de la Tierra por lo que necesitaría de tu protección”.

“¿Y tú?” Pregunto el Sr. F.

“Bueno, cuando hayas crecido inevitablemente dejarás a tu madre. En ese momento, yo, como tu padre, seré el responsable de acompañar a tu madre hasta que ambos seamos viejos y frágiles”.

Esta es la respuesta más romántica que he escuchado.

Hace unos años, The Croods se presentaba en los cines. El Sr. F y yo decidimos ver la película. En ella hubo una escena en la que el padre en un intento de proteger a su familia arrojó a los miembros de la familia uno por uno al otro lado de acantilado. Sentada entre numerosos niños pequeños en el cine, lloré en voz alta para mi completa vergüenza. La escena había tocado una parte muy sensible. El amor de un padre debe ser una forma gentil de protección instintivamente dada a los hijos; era algo que muchas personas naturalmente recibieron desde que nacieron, sin embargo, nunca lo había experimentado en toda mi vida.

Cuando salimos del cine el Sr. F me abrazó. Aunque no dijo una sola palabra, pude sentir el calor de su abrazo. El abrazo con gentileza y calidez, que llevaba la comprensión y amor.

Cuando era adolescente, una ves pensé infantilmente que nunca sería capaz de amar a alguien más, simplemente porque ni siquiera estaba segura de si tenía la capacidad o habilidad para amar.

Sin embargo, me dijo que la capacidad de amar era un don natural que era innato por naturaleza humana y estaba profundamente arraigado en la vida de cada persona. No importaba cuán patético y pobre sea, la capacidad de amar nunca desaparecerá: mientras uno elija despertarlo descubrirá que siempre estará ahí.

4 comentarios:

  1. Y los demás capítulos? Ansío leerlos

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    1. Hola, si aun sigues esperando ya tengo la traducción completa pero me falta realizar una revision.

      En cuanto los tenga los estaré publicación espéralo el próximo mes.

      Muchas gracias.

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  2. aun sigo esperando los demas capitulos. los subiras?

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